Seguro que en alguna ocasión has oído que alguien es clarividente o clarisintiente pero, ¿sabes lo que significa serlo? ¡Te lo explico para que se entienda!
Hablamos de claris para referirnos a atributos que hacen referencia a una conciencia más desarrollada y, por lo tanto, a percibir más allá de lo que nos rodea a primera vista. Cada persona puede tener uno o varios claris más desarrollados, y todos ellos se pueden trabajar para poder dominarlos. En este artículo, te explico cada uno de ellos y te facilito ejercicios para trabajarlos.
Hay seis tipos de claris. La clarividencia es, posiblemente, el más conocido de todos. El término clarividencia significa “ver con claridad”. Un clarividente suele ser una persona con una imaginación muy visual, capaz de recrear imágenes y escenas en su mente con precisión y que suele tener una memoria fotográfica.
¿Has escuchado a alguien alguna vez decir que es capaz de ver que va a pasar tal o cual cosa? ¿O que puede ver claramente lo que está ocurriendo en determinada situación, por muy turbia que sea? Como cada persona es un mundo, cada clarividente va a percibir la realidad de una forma diferente, ya sea siendo capaz de ver las auras alrededor de las personas, recibiendo símbolos en el ojo de su mente, canalizando imágenes o siendo capaces de entender la realidad de algo o alguien a través de sutiles mensajes que perciben a través de su mirada como microexpresiones faciales y movimientos. Los clarividentes, por lo general, sienten especial predilección por herramientas como las cartas del tarot o la bola de cristal.
Si quieres desarrollar tu clarividencia, prueba a realizar estos ejercicios de manera regular:
- Cierra los ojos, sitúate en un lugar cómodo y trata de visualizar en tu mente el número 1. Cuando lo hayas conseguido, mantén el número unos segundos y pasa al número 2 y, así de forma sucesiva. También lo puedes realizar de forma descendente yendo del número 20 al 0.
- Realiza meditaciones con visualización. Al principio, te recomiendo que recurras a meditaciones guiadas y que cuando vayas ganando más confianza, dejes que sea tu mente la que cree las imágenes que desee.
- Pon una canción instrumental que te guste, cierra tus ojos y permite que tu mente cree imágenes que acompañen a la música.
La clariaudiencia es la capacidad de recibir mensajes en forma de palabras en el oído de tu mente. Estos mensajes pueden ser muy concretos y útiles. Se puede dar el caso de que, por ejemplo, los guías espirituales de una persona clariaudiente utilicen su capacidad para avisarle de peligros como, por ejemplo, al decirle que no cruce de acera o que tome una dirección diferente a la habitual.
Las personas con clariaudiencia, no obstante, es importante que trabajen su capacidad de canalización para poder entender de dónde procede cada mensaje. Como bien sabemos, los seres del bajo astral tienen unas intenciones muy diferentes a las de nuestros guías espirituales y son muy listos. Muchos de estos seres llevan bastante tiempo con nosotros, lo cual significa que nos conocen muy bien, que saben cuáles son nuestros dones y que no tienen ningún problema a la hora de utilizarlos para confundirnos. Al trabajar la canalización y aprender cómo canalizar desde un lugar seguro y sabiendo cómo identificar a quién estamos canalizando, ganamos mucha seguridad en nuestra practica como clariaudientes.
También, es muy común creer que las voces que oímos en nuestra cabeza son todas fruto de nuestra imaginación, y no es así. Para perfeccionar tu clariaudiencia o para comenzar a trabajarla, te propongo los siguientes ejercicios:
- Escoge una canción instrumental y, una vez esta haya comenzado a sonar, trata de seguir el sonido del instrumento de tu elección, sin distraerte con el resto.
- Ve a un lugar situado al aire libre, cierra los ojos y céntrate en los sonidos que te rodean escuchándolos sin juicio.
La clarisensibilidad es la capacidad de recibir información a través de sensaciones corporales y de emociones y es muy común en las personas altamente sensibles. Una persona clarisensible se siente fácilmente abrumada en lugares con mucha gente, ya que su cuerpo es capaz de percibir las energías que lo rodean, las cuales no siempre son agradables. Si, por ejemplo, una persona clarisensible entra a una tienda de ropa de segunda mano, puede darse el caso de que sienta como una bofetada energética al entrar, ya que las prendas que allí se venden están aún cargadas de la energía de sus antiguos dueños y, al haber tanta ropa cargada con la energía de tanta gente, la persona clarisensible puede experimentar agobio. Lo mismo pasa en lugares como el metro o un concierto: cuanta más gente, más energías y, cuanta más energía, más información que el clarisensible recibe.
La clarisensibilidad es una habilidad muy útil para los sanadores energéticos y para los practicantes de Reiki, ya que les permite acceder a información sobre el campo energético de la persona. Sin embargo, es una habilidad que es necesario trabajar para poder controlar y no dejar que te controle. Para ello, te propongo lo siguiente:
- Acércate a un árbol o planta, coloca tus manos a unos 10 centímetros de ella y cierra los ojos, centrando tu atención en las sensaciones de las palmas de tus manos. Observa sin juicio lo que sientes.
- Cierra los ojos, coloca tus manos a unos 20 centímetros la una de la otra e imagina una bola de luz que está entre ellas. Juega con esta bola de luz haciéndola más grande al separar más tus manos y más pequeña al juntarlas. Céntrate en las sensaciones de tus palmas.
- Coloca objetos personales de alguien conocido en la palma de una de tus manos. Luego coloca la otra a unos centímetros de distancia del objeto y céntrate en tus sensaciones. Para este ejercicio, es buena idea utilizar joyas antiguas. Puede darse el caso de que sientas emociones repentinas como alegría o tristeza, no las juzgues y permítete sentirlas. Luego, comparte tu experiencia con el dueño y pídele que te cuente un poco más sobre la joya.
El clariconocimiento es como una descarga de información en tu cerebro. Se da cuando, de repente, sabes algo y aunque no sabes por qué ni cómo lo sabes, sí sabes que lo que sabes es cierto. Es una habilidad muy útil y frecuente en las personas canalizadoras. No siempre esta descarga de información se va a dar de forma repentina, sino que puede ser un proceso algo más largo a través del cual, poco a poco, vas comprendiendo a la perfección algo que antes no sabías.
Para trabajar tu clariconocimiento, te recomiendo probar los siguientes ejercicios:
- Pide una respuesta clara ante una duda que tengas. Concéntrate en tu pregunta y, después, abre un diccionario al azar y fíjate en la primera palabra que te llame la atención. Reflexiona sobre por qué has recibido esa respuesta.
- Practica la escritura automática. Esta técnica de canalización pasa por tu mente y se ejecuta a través de tus manos. Una vez hayas terminado la escritura, lee lo que has escrito, fijándote en si tu letra ha ido cambiando a lo largo del texto y del tipo de mensajes que has canalizado. Tras realizar esta práctica con frecuencia, serás capaz de identificar patrones de canalización que te serán de mucha ayuda.
El clariolfato y el clarigusto son algo menos conocidos, pero también son muy interesantes. Alguien con clariolfato es capaz de percibir olores de alimentos, personas, animales, perfumes u objetos que no están allí. Es muy común que los seres queridos que ya no se encuentran en este plano nos manden un recordatorio de que nos aman y acompañan mediante olores que les identifiquen.
El clarigusto consiste en percibir sabores de alimentos que no estamos comiendo y que ni siquiera tenemos delante. Al igual que ocurre con los olores, los sabores también suelen ser utilizados por nuestros seres de luz que han cambiado de plano para comunicarse con nosotros.
Para desarrollar este tipo de claris, te recomiendo lo siguiente:
- Huele las cosas que hay a tu alrededor. Si vas al bosque, párate a oler las flores y los árboles y si vas a comer algo, prueba a olerlo antes. Luego, trata de recordar y revivir ese olor en tu mente, prestándole toda tu atención.
- Trata de comer alimentos variados y pon toda tu atención en el proceso de ingesta, percibiendo como el sabor cambia antes de masticar el alimento, durante el proceso de masticación y una vez hayas tragado. Al igual que en el ejercicio anterior, trata de rememorar el sabor en tu mente con la mayor cantidad de detalles posible.
Los trucos más importantes de todos para desarrollar tus claris son la práctica y la paciencia. Al igual que como cuando queremos ponernos en forma físicamente sabemos que no lo vamos a conseguir de un día para otro, lo mismo pasa con los dones espirituales, requieren trabajo y compromiso por nuestra parte.
Es muy frecuente que no siempre estemos igual de conectadas a nuestras habilidades, ya que hay factores como la vida diaria, el estrés, el cansancio, el ciclo menstrual y nuestro estado físico en general que hacen que sintamos fluctuaciones en la relación con nuestros dones, y esto es plenamente normal. No te preocupes si piensas que estás desarrollando tus claris más despacio de como deberías, todo tiene su ritmo y lleva el tiempo que necesite.
También, puede darse que una persona tenga más facilidad para desarrollar un clari que otro, lo cual no significa que, con trabajo, no pueda desarrollarlos todos.
Prueba estos ejercicios y me cuentas cómo vas evolucionando. Ten por seguro que verás mejoras muy gratificantes.
Te lo digo yo, que soy la persona más normal que conozco.